La gasolina en muchos países es uno de los bienes que más están sujetos a impuestos, y este impuesto a su vez se puede considerar como un impuesto correctivo es decir que pretende corregir externalidades relacionadas con la utilización del automóvil. Una de ellas es la cogestión, un impuesto sobre la gasolina mantienen baja la cogestión al animar a la gente a utilizar el trasporte público, a compartir el automóvil más a menudo y a vivir más cerca del trabajo, la segunda externalidad es la contaminación, en donde el impuesto sobre la gasolina cumple una función primordial puesto que reduce el consumo de gasolina elemento que ocasionan día a día problemas en cuanto a la contaminación y la ultima externalidad a tener en cuenta es la de los accidente, el impuesto sobre la gasolina es una forma indirecta a obligar al individuo a pagar cuando lleva un automóvil grande que consume mucha gasolina y pone en peligro a otros lo cual lo lleva, a su vez, a tener en cuenta este riesgo cuando elegí el automóvil que va comprar.
Por lo tanto los impuestos sobre la gasolina no causa perdidas irrecuperables de eficiencia como la mayoría de los impuestos sino, que en realidad, mejora el funcionamiento de la economía, puesto que significa menos congestiones en las autopistas, vías etc., proporciona carreteras más seguras y por supuesto un medio ambiente más limpio alejado de la contaminación. Ahora bien surge la cuestión de determinar entonces de cuánto debe ser el valor del impuesto sobre la gasolina? En los países europeos tienen impuestos sobre la gasolina más altos que los de Estados Unidos.
Los ingresos fiscales puede ser utilizados para bajar los impuestos que distorsionan los incentivos y provocan perdidas irrecuperables de eficiencia, además algunas de las onerosas reglamentaciones publicas que obligan a los fabricantes de automóviles a producir automóviles que consuman menos gasolina resultaría innecesarias.
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